"El Danubio Azul de Timisoara".

Publicado en por Jesús Edmundo Coronado Contreras. Director de "Ius-Ibero".

                                                   

Muy sorprendentes y muy radicales fueron los cambios que se produjeron cuando colapsó la llamada “Cortina de Hierro”. Pero ninguno de ellos tuvo un matiz (excluyendo claro lo que degeneró en la antigua Yugoslavia) tan estremecedores y sangrientos como el de Rumania.

                                                            

Una de las naciones más ricas en la parte agrícola, al finalizar la década de los años ochenta del siglo pasado se encontraba sumida en la pobreza, producto, no tanto por un régimen comunista sino por un dictador, que como su nombre lo dice, sus excesos lo encaminaron a su triste final. Aunque también existe la versión de los medios de difusión.

                                                       

La llegada de Nicolae Ceausescu al poder en Rumania en los años sesenta, significó una vuelta al llamado “sistema estalinista”. El antecedente de la “Primavera de Praga” obligó a los soviéticos a reforzar a los sistemas de los miembros del Pacto de Varsovia. El protagonismo de Ceaucescu, lo llevó a considerarse un estadista, donde realizó diversos viajes por todo el mundo. Arguyendo que su sistema socialista había superado todas las expectativas.

                                                   

Sin embargo, la llegada de Gorbachov en la Unión Soviética fue el primer golpe para el gobierno rumano. Los cambios impulsados desde Moscú sacudieron el este europeo. Polonia y Hungría fueron los primeros en realizar cambios,  a ellos siguieron Checoslovaquia y Alemania Oriental. Pero Ceausescu se mostraba renuente a realizar modificación alguna. Incluso declaró que si Hungría cambiaba de sistema intentaría recuperar la zona de Transilvania, que antes de la Primera Guerra Mundial había pertenecido al Imperio Austro-Húngaro.

                                                      

Las protestas comenzaron al ver a los países hermanos del Pacto de Varsovia reformar sus sistemas. La remoción del alambrado de púas, el fin de las restricciones para viajar y sobre todo la apertura económica, impulsaron al descontento en el país tracio. Fue entonces que un 17 de diciembre de 1989 en la ciudad transilvana de Timisoara, cientos de personas se congregaron para manifestar, las fuerzas de seguridad irrumpieron y dispersaron y acabaron con la protesta. Cientos de personas murieron.

                                                     

Más tarde y gracias a las agencias internacionales que difunden imágenes y demás a los medios informativos fue que el mundo observó miles de cadáveres encontrados en fosas comunes a las afueras de la ciudad transilvana. Las imágenes no sólo recorrieron Rumania, el mundo por completo se entero de la crueldad de Ceausescu. 

                                                  

Lo difundido por las agencias origino que la gente se enardeciera y se organizara y orquestará un golpe de estado el día de navidad de 1989. La protesta de Timisoara no fue tan grande y el número de víctimas tampoco superó el mil, aunque eso no excluye la represión dictatorial. Los enfrentamientos, la captura, escape y recaptura de Ceausescu y de su esposa (segunda al mando, literalmente) fue de los primeros vídeos de un golpe de estado que se encuentran disponibles en Internet.

                                                     

Junto a su esposa Elena, fue juzgado y ejecutado. Los disturbios continuaron todavía por días. Hasta que finalmente la situación se estabilizó y Rumania, en la actualidad ha logrado una estabilidad y crecimiento, lo que la ha llevado a formar parte desde 2007 de la Unión Europea y de la zona económica del euro.

                                                 

El fin de Ceausescu, es una lección de cómo los medios de comunicación logran impactar en los espectadores. El fin del comunismo en Rumania eventualmente llegaría, pero los medios adelantaron esa caída y también provocaron más muertes debido a los enfrentamientos armados. Rumania no completo un cambio pacífico como lo hicieron los checoslovacos.

                                                     

Si bien el gobierno comunista rumano tuvo mayores errores que éxitos y sumió a su país en la hambruna, descuidando las áreas más importantes para un país rico en el sector agrícola, creo como buena dictadura un padrinazgo innecesario que no se vio ni siquiera cuando existía la monarquía. Nicolai Ceausescu gustaba de autonombrarse el “Danubio Azul del Socialismo”. Sin embargo, ahora debemos nombrarlo el “Danubio Azul de Timisoara” ya que, fue en la ciudad transilvana que se origino su caída. Aunque hoy en día, muchos viejos han intentado pulir la imagen del dictador atribuyéndole cierta estabilidad y los éxitos deportivos que se lograron durante la etapa comunista. 

 

Imágenes obtenidas de: 

wikipedia.org

 

@JesusCoronado13    @IusIbero   @ElReformador

 

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