"Neutralidad Armada".
Como ocioso observador de lo social, uno suele percatarse de lo que su entorno ofrece y me es bastante particular ver como los oficiales encargados de seguridad y demás elementos policiacos no saben cómo sujetar un arma. Me he percatado de dicha situación al visitar los bancos, en centros comerciales y en diversas localidades. A mi mente vienen varias impresiones una de ellas es el nerviosismo que inspira dicho hecho y otro más el de la preocupación. Las comparaciones no deben realizarse pero como personas nos encanta compararlo todo, en el presente caso viene a mi mente la pequeña nación suiza.
La Confederación Suiza, el pequeño país europeo que colinda al oeste con Francia, al sur con Italia y al este y norte con los teutónicos Austria, Liechestein y Alemania, es popular por sus montañas, sus quesos, sus relojes, chocolates y sobre todo por su neutralidad, que es lo que nos atañe en el presente. Fue la Conferencia de Viena de 1815, después de la derrota definitiva de Napoleón, la que definió los actuales límites territoriales del país y donde las potencias europeas reconocieron la neutralidad suiza. Pero es una neutralidad que se pudiese nombrar atípica, los suizos son un pueblo muy particular, bañados por las costumbres latinas de franceses e italianos y sobre todo la rigidez germana, los suizos cuentan con cuatro idiomas oficiales alemán, francés, italiano y romanche. Esa diversidad o más bien en términos actuales ese multiculturalismo, aunque particularmente diría que los suizos han logrado alcanzar un verdadero pluralismo, en la actualidad hay bastantes pobladores de origen turco. En las escuelas los escolapios reciben educación en tres lenguas distintas, además de la educación militar. Eso es paradójico siendo una nación neutral, lo anterior nos señala que su doctrina no es pacifista, que más queremos si ellos son los diseñadores de las conocidas navajas suizas.
Podría resultar contradictorio, pero la paradoja “Si quieres la paz prepárate para la guerra” tiene su respuesta en Suiza. Durante la Segunda Guerra Mundial, los ejércitos del Eje no tuvieron el coraje como para incursionar en la montañosa nación, por el contrario el país se convirtió en el refugio de los exiliados, acrecentando su diversidad étnica e inflando sus tan renombrados bancos (lo anterior, un punto muy importante pues la confidencialidad para los suizos es su otra piedra angular), además de ser la sede del espionaje entre bandos.
Pero refirámonos a instituciones, por ejemplo Michael Ignatieff, en su obra “El Honor del Guerrero”, detalla algunos puntos sobre la Cruz Roja Internacional. Nos señala que su razón de ser fue la guerra, además de que es una institución que representa a la perfección a lo que es Suiza pues respeta a las personas que tiene enfrente, sobre todo si son guerreros, además de que no distingue entre ninguna nacionalidad y también en relación a la confidencialidad, pues nunca ha revelado información alguna a un Tribunal de Guerra. Además es una estrategia muy buena la Cruz Roja ha estado casi en prácticamente todo el mundo, que decir de los mercenarios de origen suizo que abundan en todos los rincones donde los conflictos bélicos se encuentran a la orden del día o la guardia del Papa.
Pero no nos sorprendamos únicamente de eso, también al interior Suiza es un estado que se puede denominar como sólido, es una democracia directa (literalmente la figura del referéndum funciona, no viene a mi mente otro país semejante). El Poder Ejecutivo que cuenta con el llamado “Consejo Federal”, que es el que elige al Presidente es una figura llamativa. Además de la estructura de su constitución es digna de análisis profundo.
Ahora también a nivel internacional hay que destacar, que el país es sede de muchos organismos desde deportivos como el Comité Olímpico Internacional, la Federación Internacional de Fútbol Asociación, la Unión Europea de Fútbol Asociación y la Federación Internacional de Hockey sobre Hielo hasta la citada Cruz Roja, la Organización Mundial de la Salud y dependencias de la ONU y más de 200 instituciones e incluso ha estado cerca de formar parte de la Unión Europea (UE), aunque gran parte de la población aun se muestra renuente, si forma parte del espacio de Schengen (que elimina gran parte de los controles fronterizos europeos).
