"Visión Legislativa".
Estimado lector, en esta ocasión voy a escribir mi opinión sobre la escasa eficacia que tiene el poder legislativo, y como esto repercute en el debido funcionamiento del país.
Como bien saben, a lo largo del presente sexenio presidencial, se han presentado diversas reformas ante el Congreso de la Unión, como son la Reforma a la Ley Federal del Trabajo, la Reforma Política y la Reforma Energética. Se han presentado contrapropuestas por parte del H. Congreso de la unión acerca de estas reformas. ¿Las han admitido o rechazado? La respuesta es no; se han puesto siquiera a discutir fuera de medios de comunicación la propuesta, es decir en su lugar de trabajo; no lo creo, al menos no con la profundidad que requiere dichos temas tan trascendentes para el desarrollo del país.
La pregunta sería si no lo han hecho por cuestiones políticas, por cuestiones de diferencias de partidos, o simplemente porque la agenda legislativa no se los permite, o porque es más importante analizar temas como si Felipe Calderón Hinojosa va o no al Mundial de Sudáfrica, si se le tiene que remover o no el fuero al diputado por Michoacán Julio Cesar Godoy Toscano, o probablemente si sea más importante discutir si en necesario que nuestros legisladores tengan iPads, o que se digitalice el sistema de votación.
Sabían que el Senado de Estados Unidos se integra por 100 legisladores, y que su población es aproximadamente 3 veces más grande que la de México, o que el de Brasil esta formado por 81 senadores, y su población es de cerca de 80 millones de habitantes más que nuestro país. En comparación con estos países mucho más desarrollados que México; por lo tanto en comparación con Brasil y Estados Unidos, en México resulta desproporcional una Cámara de Senadores con 128 miembros; y este precisamente es un tema de la Reforma Política, la reducción del Congreso de la Unión; pero regresando a las preguntas, ustedes creen que nuestros legisladores van a aprobar una iniciativa de ley en la cual muchos de ellos van a perder su trabajo y dejar de recibir la cuantiosa dieta que se les otorga.
Reconozco que en todas las Cámaras Legislativas del mundo hay diferencias políticas y una diversidad de pensamientos enorme, pero la diferencia que le veo a la nuestra es que no hay compromiso hacia el país, hacia los ciudadanos; generalmente se inclinan más hacia el interés particular, y con esta mentalidad nunca vamos a poder prosperar. Lo que necesitamos en México es gente comprometida con el país.